Isaac Huamán Manrique (Huancavelica, 1959) es Licenciado en
Literatura por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y también Licenciado
en Educación por la Universidad Nacional de Educación “La Cantuta”. Es asimismo
Especialista en Calidad Educativa y Acreditación Académica por la Asamblea
Nacional de Rectores-ANR. En esta entrevista Isaac nos hace interesantes
revelaciones sobre su trayectoria profesional en el campo de la educación,
sobre su vocación de narrador y poeta, entre otros aspectos de su personalidad
polifacética.
RAMIRO.- Tu vocación por la poesía, y particularmente la
quechua, como nace en ti? Alguna vez me dijiste que el quechua lo habías
aprendido en Lima, pese a que eres natural de Huancavelica, un departamento o
región quechua hablante.
ISAAC.- En efecto, aprendí el quechua en Lima, con los
cursos de Quechua del Programa Académico Profesional de Literatura, de la
UNMSM. Todo esto debido al gran interés de saber quechua para trabajar la
literatura quechua, lamentablemente poco trabajada o mal trabajada (hacer
estudios sobre traducciones). Hice poesía quechua, hasta jakaru, porque
entiendo que ellas deben desarrollarse con el orgullo que se debe.
RAMIRO.- Tu poesía no solamente está escrita en quechua y
castellano, sino también en lengua Jakaru, una lengua en vías de extinción,
hablada por la comunidad de Tupe, en la
provincia de Yauyos, departamento de Lima. Por ejemplo, tu poemario “Taki Tupi”
está escrito en jakaru y español. ¿Dime ese poema es producto de tu
conocimiento del jakaru o es que lo mandaste a traducir?
ISAAC.- Hice poesía jakaru de manera elemental porque me
interesé en aprender algo de esa gran lengua; además porque me era muy cercano
a mí por la madre de mi primera hija.
RAMIRO.- ¿A qué o a quién le cantas en tus poemarios “Waytay
(1987), “Yawar Mayu” (1983), “Taki Tupi” y “Sombras y olvidos” (1999)? ¿Cuáles
son tus constantes temáticas en estos poemarios?
ISAAC.- Waytay es una plaqueta quechua español, de corte
amoroso, por no decir erótico; Sombras y olvidos, escrito en español, es una
plaqueta de corte intimista e existencialista; Yawar mayu y Taki Tupi tienen la
intención de hacer épica de las culturas quechua y jakaru, porque deben ser
realzadas hasta límites intocados.
RAMIRO.- Eres autor de la tesis: “Poesía quechua actual”,
comprendida en el periodo 1990-1995, y con la que te titulaste en 1996 en la
UNMSM. Tu “Poesía quechua actual”, con el transcurrir del tiempo y nada menos
que diez años, ha pasado a formar parte
de la literatura del pasado. A propósito, me gustaría saber si has hecho un
rastreo de la poesía quechua de actualidad y como la misma ha ido
evolucionando, así como quienes son ahora sus mayores exponentes.
ISAAC.- Sin duda, mi estudio es un corte diacrónico de la
poesía quechua 90-95 del siglo pasado. No lo creo ser parte del pasado, porque,
aparte a los trabajos de Julio Noriega, no hay estudios sobre la poesía
quechua, sobre todo de la poesía quechua chanca. Estoy, de manera permanente,
haciéndole un seguimiento a la poesía quechua, lo que resulta gratificante,
porque me hace entender la voz de una de las culturas más importantes del
territorio sudamericano.
RAMIRO.- ¿Podrías decirme de qué trata “La voz del trueno y
del arco iris”, que es literatura de tu departamento de origen, Huancavelica y
que tú publicaste en el año 2000?
ISAAC.- Este libro da cuenta de la historiografía literaria
de la región Huancavelica. Brinda un panorama de los dos sistemas literarios,
oral y escrito, de la zona. Este libro da cuenta de las voces provincianas en
el diálogo nacional.
RAMIRO.- ¿Tu experiencia internacional en el 2003 como
profesor de español en Corea del Sur qué tipo de satisfacciones o de enseñanzas
te ha dado?
ISAAC.- Fui profesor de español en Corea del Sur el año
2000. Esta experiencia revolvió mi pensamiento, pues me hizo comprender que
estamos en un país echado a perder por los políticos y por las clases
dominantes. Me hizo entender que los planes de reconstrucción nacional son
posibles de realizarlas, siempre en cuando haya compromiso de todos los
ciudadanos. Isaac Huamán Manrique tiene dos mentalidades: antes de conocer
Corea del Sur y después de conocer Corea del Sur.
RAMIRO.- Tu labor como Documentador y editor de Chirapaq, un
Centro de Culturas Indias, como bien señalas, ¿Qué tipo de experiencias te ha
dado? ¿Tú dirías que te ha hecho más conocedor de la problemática indígena
peruana y hasta quizás Latinoamericana?
ISAAC.- Chirapaq consolidó mi ser quechua, mi ser indígena.
Me hizo saber que lo mejor que tiene un país viene precisamente de las culturas
originarias.
RAMIRO.- Cambiando un poco de tema, te pregunto ¿Cómo ves el
futuro de las lenguas nativas en el Perú y en el resto de América? ¿Tú crees
que ellas tienen futuro o será que están condenadas a la extinción en forma
lenta pero inexorable? ¿A tu juicio, qué futuro le depara al quechua y al
aymara, particularmente, ya que son las lenguas más habladas en el Perú y el
resto de países andinos?
ISAAC.- Sin duda, cada vez se habla menos una lengua de
origen precolombino, lo que hace pensar que la extinción sigue su curso. No se
puede negar que el quechua está siendo revalorado en los últimos años, lo que
puede alargar la extinción del quechua, pero no existe una política nacional de
conservación y desarrollo de todas las lenguas aborígenes.
RAMIRO.- ¿Tú consideras que la enseñanza aprendizaje de las
lenguas nativas hasta el tercero de primaria realmente les garantiza un futuro
promisorio? ¿Qué debería hacer el Estado peruano para asegurarles de verdad
ese futuro halagador a las lenguas
autóctonas?
ISAAC.- Los gobiernos regionales tienen la heroica tarea de
revalorar las lenguas aborígenes de sus territorios. Esperar esto del gobierno
central es inútil.
RAMIRO.- ¿Qué valor le asignas tú al rescate de las
oralidades en el Perú? ¿Tú crees que dicho rescate contribuye a afianzar la
identidad cultural de nuestros pueblos?
ISAAC.- La oralidad en el Perú es una forma de sobrevivencia
y resistencia cultual. No tenerla en cuenta es negar un sistema ideológico que
se mantuvo y mantiene en la voz y la memoria. Para conocernos tenemos que
buscarnos sobre todo en la oralidad.
RAMIRO.- En el prólogo (p.11) del último libro de relatos
“Caballito de siete colores” (2016) incluyes una interesante cita textual del
tarmeño Adolfo Vienrich, autor de “Azucenas quechuas”, referente al criollismo
de Gamarra, desdeñado un tanto por los nativistas como él, pero El Tunante era
igualmente un escritor costumbrista. ¿A ti no te parece que el costumbrismo es
igualmente una corriente que contribuyó a fortalecer la identidad cultural de
nuestros pueblos y del que formaría parte el rescate de las oralidades?
ISAAC.- El costumbrismo fue una corriente venida de España,
con espíritu notablemente nada peruano. Considero que Gamarra se ató a la única
forma literaria de moda, mientras que Vienrich, siendo hijo de alemán y
peruana, por la ideología gonzalezpradista del verdadero peruano es el indio,
fue más nuestro. Gamarra no logra ser original.
Ramiro.- Volviendo a la actualidad de nuestro mundo
cambiante, quisiera preguntarte sobre los desafíos y amenazas del mundo actual,
¿cuáles crees que son?
ISAAC.- El capitalismo galopante que nos conlleva a la
destrucción de la humanidad. Si no prospera una verdadera democracia, que lo
dudo completamente, no tendremos un mundo futuro sin problemas.
RAMIRO.- ¿A tu juicio, la buena y mala suerte existen o será
que el sistema imperan te condiciona la vida de las personas?
ISAAC.- Pregunta compleja. No dejamos de ser parte de un
sistema socioeconómico y político. Si la suerte lo vemos con ojos
pequeño-burgueses, con el individualismo del caso, la mala suerte lo podemos
cambiar en buena suerte, que es relativamente fácil; pero si lo vemos como un
asunto social, todo cambia.
RAMIRO.- Si algo más quisieras agregar, te dejo la tribuna
libre
ISAAC. Nada.
RAMIRO.- Muchas gracias Isaac por tus respuestas.
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